Un proyecto de investigación encabezado por el profesor del Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental Rodrigo Cienfuegos permitirá determinar los reales efectos del tsunami que siguió al terremoto del 27 de febrero de 2010, así como establecer de qué forma quedó expuesta la costa luego del desastre natural, gracias a un sistema de monitoreo con cámaras instalado en el lugar por los propios investigadores y pescadores de la zona.
Se trata de la primera campaña de este tipo realizada en el país. El profesor Cienfuegos viajó hasta la localidad de Iloca, Región del Maule, con un grupo de investigadores de la Universidad Santa María y de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, además de expertos australianos y franceses que vinieron a Chile con tecnología avanzada para apoyar las mediciones. El objetivo, analizar el comportamiento de las olas y comparar las observaciones realizadas a través del sistema de monitoreo y las mediciones efectuadas con la instrumentación en el lugar.
Como consecuencia del tsunami ocurrido el 2010, la barra de la desembocadura del río Mataquito se abrió completamente y el nivel del terreno bajó, lo que se estima dejó la zona más propensa a inundaciones e impacto de marejadas. “Esperamos que los sistemas de observación de video combinado con algunas mediciones in-situ y modelaciones numéricas, sirvan para tener un pronóstico y verificación del oleaje que será de gran ayuda para los puertos, pescadores y, en general, usuarios del borde costero”, afirma Cienfuegos.
El equipo consta de una antena y una cámara instalada en la parte más alta de la zona llamada La Pesca, cerca de Iloca, además de los puntos de medición dados por barras verticales instaladas en la parte alta de la playa, sensores acústicos doppler y de presión para medir la evolución del oleaje y un scanner láser para contrastar estas observaciones además del cambio que experimenta la playa a medida que el oleaje va pasando.
La cámara graba durante un periodo de 15 a 20 minutos cada hora y las imágenes son post-procesadas en forma automática para generar una base de datos de la evolución del sistema costero a nivel diario. La idea es tener un monitoreo continuo en el tiempo de la evolución de la desembocadura y la playa bajo el efecto combinado del oleaje, viento y caudal del río. El sistema de observación de video podría replicarse luego en otros sitios del país para contribuir a mejorar el conocimiento y la gestión del litoral chileno.
La instalación del sistema se realizó con ayuda de alumnos de Ingeniería Hidráulica e Ingeniería Eléctrica de la Escuela de Ingeniería UC, además del Departamento de Obras Civiles de la Universidad Santa María. Los pescadores de la caleta Duao apoyaron los trabajos de medición de fondos marinos e instalación de instrumentos, y la organización Desafío Levantemos Chile ayudó a establecer los primeros contactos con las personas del lugar.